FELIZ DIA DEL PADRE Y A TODOS LOS JOSÉS PEPES PEPAS Y JOSEFA.....
A ti padre que me diste lo necesario.
Nunca demás nunca de menos,
solo lo justo para crear a una persona de bien.
LOS SOLDADITOS DE PLOMO
Un dos tres, un dos tres, un dos tres
A Paso redoblado marchen mis soldados,
Un dos tres, Un dos tres, arriba mis valientes
Sacúdanse lo flojo y vamos a estudiar
Un dos tres Y siempre ese un dos tres.
Después fue un dos tres y cuatro y cinco y seis
¡Caramba! Y después pudo ser de veinte a cien.
De un pasado de ilusión hasta cierto desenfado
Primero fue indiferencia, pasando a la desazón
Ya después fue rebeldía y un adiós apresurado
El soldadito de plomo, se sintió un general
Y el cansado sargento, se enjuaga en aquel pañal
Sin que nadie se percate, sin dar muestra ni señal
De una lagrima que escapa, de aquel arrugado ojal
No se vale aquí rajarse, se me tiene que aguantar
Para eso se es sargento, primero hay que enseñar
Aprender que así es la vida, aguantar la realidad
Que enseñar a ser soldado y verlos después marchar
De que el precio de ser padre, al final es soledad.
Pero al pasar de los lustros, el tiempo empieza a cobrar
Aquel soldado que iluso deseaba su libertad
Hoy por amor esta atado y empieza el a querer contar
Un dos tres segundos, uno dos tres minutos, un dos tres, años
Así comienza otro ciclo, de aprender y de enseñar
Y Hoy se enfrenta su destino, como el hizo con papá.
Hoy el vierte aquella lagrima, al ver a su hijo marchar
Como detener el tiempo, como volver a empezar
Pero este es implacable, tiene siempre que cobrar,
Un dos tres, soldado, un dos tres,¡SOLDAAAADO!
Acudí a su ultimo llamado, ¿Cómo se abraza a un soldado?
¿Como darle un beso a un padre? Eso no me lo enseñó
Y con temblorosos dedos, ¿uno dos tres, contó? No.
Terminó de abrir la mano y tres soldaditos de plomo
en mi mano me entregó, una mirada de amor y una lagrima de adiós.
Besé su inerte frente, uno dos tres, y los ojos le cerré
Salí en busca de mi hijo, los soldados le entregué.
Y con ojos suplicantes y con labios delirantes en la frente lo besé
Y el respondió a mi caricia y dijo ¡Padre! hablando con emoción
Los soldados son de plomo, pero nosotros SI TENEMOS CORAZON.
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