12 nov 2010

Desayuno con diamantes
















Deseosos momentos de rendición.
Elocuente es mi postura de espera,
Sentimientos del ayer, protagonistas hoy.
Adorado Señor, te espero en silencio
Y deseosa, tomes mi cuerpo que le pertenece,
Uniendo mi destino al suyo, guiada de su mano.
Nunca la distancia romperá esta entrega
Ojos complacientes, cuerpo y alma entregada.

Cada gesto de Usted se graba en mi memoria,
Ofreciendole mi entera y sumisa entrega
Necesidad de plasmar este instante indescriptible.

Dulce caricia de la fusta recorre mi espalda,
Instantes mágicos bajo sus pies...
Amaré su presencia hasta el fin.
Maneras de acariciar a su perrita,
Abro mi alma a Usted...
No tiemblo solo espero,
Tendida a sus pies...
Estrañando sus manos al contacto con mi piel.
Se  me abre un mundo nuevo de sumisión bajo sus pies...

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