oh! mi pequeña ninfa,
siempre rodeada de miserables e indeseables faunos, sátiros y Silvanos...
Que con malas artes te quieren envaucar, seducir con sus juegos de engaños.
Aunque creo que son ellos los engañados y burlados por tu sonrisa y suave timbre de voz, sabes moverte entre ellos envaucandolos hasta las claras del día, en que vuelves a esa habitación de hotel barato donde por la ventana te veo regresar, después de una larga noche en garitos, entre humos, cigarrillos, perfumes baratos y alcohol.
Te observo si ser visto desde mi escondite trás la cortina de mi ventana.
Con una leve sonrisa y los tacones en una mano te tiras en tu cama de sabanas usadas, que para mí las imagino como un agradable manto de flores bajo tu hermoso cuerpo cansado y sudado.
Te has quedado dormida con los primeros rayos de sol y mi despertador suena, indicandome que tengo que dejarte para ir a trabajar tras una noche en vela esperandote regresar y dejarte descansar hasta que de nuevo caiga la noche y salgas en busca de esos miserables faunos, satiros y silvanos...
siempre rodeada de miserables e indeseables faunos, sátiros y Silvanos...
Que con malas artes te quieren envaucar, seducir con sus juegos de engaños.
Aunque creo que son ellos los engañados y burlados por tu sonrisa y suave timbre de voz, sabes moverte entre ellos envaucandolos hasta las claras del día, en que vuelves a esa habitación de hotel barato donde por la ventana te veo regresar, después de una larga noche en garitos, entre humos, cigarrillos, perfumes baratos y alcohol.
Te observo si ser visto desde mi escondite trás la cortina de mi ventana.
Con una leve sonrisa y los tacones en una mano te tiras en tu cama de sabanas usadas, que para mí las imagino como un agradable manto de flores bajo tu hermoso cuerpo cansado y sudado.
Te has quedado dormida con los primeros rayos de sol y mi despertador suena, indicandome que tengo que dejarte para ir a trabajar tras una noche en vela esperandote regresar y dejarte descansar hasta que de nuevo caiga la noche y salgas en busca de esos miserables faunos, satiros y silvanos...
Si ella supiera que es tan dulcemente observada, tal vez....el destino sería distinto.
ResponderEliminarUn beso caballero, con Usted nunca mantendré distancia, es un amigo y hay que conservarlos como un tesoro muy preciado.
Quizás,quizás el destino sería otro o no...
ResponderEliminarBesos bella dama, gracias mi estimada sirenita los amigos siempre están ahi y sé de sobra que si necesito un amigo Tú estás ahi....