Tú mi sumisa sin rostro que existes solo en mis sueños, cada día te añoro, necesito sentirte, palparte, que calientes mi cama cada noche y alimentes no solo mi cuerpo sino mi alma.
Mi signo de propiedad no sería un collar ni un tatuaje ni una marca a fuego, simplemente seria mi aroma en tu piel, que me sientieras en las caricias, olieras a mi perfume en todo tu cuerpo, sabiendo que tu cuerpo tu alma todo tú solo tiene un dueño.
Añoro tu olor, tu calor, tus excitaciones, tus exalaciones, tu piel erizada, cada gota de sudor que tu piel emana, tu mirada sumisa y a la vez llena de alegria, esa luz que tus ojos emiten, esa mirada que lo dice todo.
Ayyy, maldito sueño que me tienes absorbido, agotado, suduroso, excitado , aún medio adormilado toco el lado de la cama donde mi sumisa estubo a mi lado y solo toco la almohada vacia, huelo esa parte de la almohada a ver si me trae tu olor y veo que solo fue otra vez tú, mi sueño que no me abandona.
Quien fuera figura indeleble de sus sueños, caballero.
ResponderEliminarUn Beso