Mi cabeza entre ambos muslos , convergencia
de dos ríos del valle ansiado ,
sedienta está mi voca , y en
mi mente los conceptos olvidan su elocuencia.
He llegado al valle por el
sendero marcado de tu cuerpo, sin
resistencia pecado ni pudor.
Mi lengua recorre ese
sendero guiado por unos
dedos ágiles , desplazando
el ardor a la inociencia de tu cuerpo .
con voracidad y
con audacia de quien invita ,
acepta y no se sacia.
Soterrado manantial de
lengua ágil y audaz ,
liquido en la boca ,
miel en Los Labios .
Exquisito recorrido caballero, que disfrute la miel,
ResponderEliminarBesos.