“Yo no tenía ganas de reír, tú reías para no llorar; yo le guiñaba un ojo a mi nariz, tú consolabas a tu soledad. Yo sin ninguna escoba que vender, tú con mil y una noches que olvidar; a mí no me quería una mujer, a ti se te moría una ciudad” Joaquín Sabina
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar tu comentario