Entre tus cálidos abrazos de amante
mi cuerpo goza lleno de deleite y deseos irreflenables.
Es la dicha contenida,
que se esparce en el aire,
llenando el ambiente de olor a sexo.
Cuando mi cuerpo y el tuyo
se unen, se entrelazan en el fuego del ardor
que nos envuelve.
Tu boca candente me lame,
me besa, me muerde los senos
cual ambrosía.
Tus manos osadas y espertas,
acarician mi cuerpo
haciendolo supersensible y resectivo,
entre caricias sudor y flujos
mi vagina explota y mi cuerpo se estremece
entre espasmos de placer.
Y en un instante eterno
se funde la vida en un vértigo,
en que tu deseo y mi deseo
alcanzan el éxtasis pleno del orgasmo.
(Baba)
ResponderEliminarSaludos José :)
"Un instante eterno"...
ResponderEliminar¿Pueden ser varios instantes eternos, no? jejeje
Precioso y sentido.
Cariños!