Sus ojos suplicantes me pidieron
una tierna mirada, y por piedad
mis ojos se posaron en los suyos...
Pero ella suplicando me dijo : ¡más!
Sus ojos suplicantes me pidieron
una dulce sonrisa, y por piedad
mis labios sonrieron a sus ojos...
Pero ella suplicando me dijo: ¡más!
Sus manos suplicantes me pidieron
que les diera las mías, y en mi afán
de contentarla, le entregué mis manos...
Pero ella suplicando me dijo: ¡más!
Sus labios suplicantes me pidieron
que les diera mi boca, y por gustar
sus labios, sus besos, le entregue mi boca trémula ...
Pero ella suplicando me dijo: ¡más!
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