Aún me llega el recuerdo vivo de lo acontecido anoche, en esta cama, campo de batalla entre sábanas de seda, donde nos entregamos el uno al otro, en una lucha sin cuartel, donde aún en el ambiente se respira la pura lujuria y sexo donde las sábanas me traen el aroma de tu cuerpo e invaden mi mente las imágenes y los recuerdos vivos de nuestra entrega sin reservas, y mi boca aún contiene el sabor de tus labios y de tu sexo, donde bebí y comí hasta saciarme. No no quiero abrir aún la ventana y airear el cuarto, no, no quiero aún que se vuele tu recuerdo con la brisa de la mañana, quiero retozar un poco más entre estas sábanas donde nuestros cuerpos se abandonaron al deseo y la lujuria de un amor de locura...